El cuidador lameculos -Hola chicos, mi nombre es Hebert y mi esposa Vanusa. Estamos casados a 18 años y siempre la imaginé dándola a otros hombres. Ella tiene 37 años, gordita (pero gordita por completo), blanca, cabellos rubios, pechos medianos, culón y un bonito coño bien rosado.
Conocí a Vagner una corona muy atractiva, en una sala de chat, intercambiamos skype y fui contando de mis fantasías. Vagner interactuó bien incluso fantaseando conmigo. Después de un buen rato de conversaciones en skype surgió la oportunidad de pasar un fin de semana en su ciudad. Coincidí con mi esposa, pero no dije nada de lo que conversaba con Vagner en skype. En realidad ella no sabía de esa voluntad mía. A pesar de que siempre jugamos en la cama y su coño queda enjarcado.
Llegamos a Río un viernes por la tarde. Desde el aeropuerto fuimos directamente al hotel. En la ciudad ya noté el clima «sensual» que despierta el río. Después de un baño y una cogida, donde una vez más fantaseamos con otro hombre en nuestra cama, decidimos salir a un barcito. Vanusa salió con un vestido que le llegaba hasta la rodilla, pero con un bonito escote y unas pequeñas bragas negras que dejaban parte de su coño a la vista(aunque se quedaba dentro del vestido). Antes de sair le envié un mensaje de texto a Vagner diciéndole a dónde iríamos y que nos esperara allí y que encontrara una manera de llegar a nuestra mesa sin que Vanusa se diera cuenta de que nos conocíamos.
Fuimos a un pequeño bar, nos sentamos en una mesa un poco alejada. El camarero vino a atendernos y pedimos un vino (Vanusa no es de beber, pero, topó berber un vino ese día). A lo lejos vi Vagner llegando a el bar. Me reconoció (solo nos habíamos visto a través de la cámara) y se sentó en una mesa junto a la nuestra.Vanusa no sospechaba nada. Pasó junto a nuestra mesa, nos saludó ,se sentó en su mesa y pidió una cerveza.
En ese momento empiezo a besar y alisar a Vanusa (ella está exitada cuando la meto en público). Discretamente pongo mi mano entre sus piernas y ella me susurra al oído: «está viendo cómo me estoy poniendo». Sonrío y le propongo que vaya al baño y se quite las bragas. Ella me llama loco, pero Acepta, después de todo, estamos lejos de casa y no conocemos a nadie allí.
Cuando Vanusa se va, Vagner se acerca y acordamos que venga a nuestra mesa . Vanusa regresa con sus bragas en la mano y se asusta al ver a Vagner en nuestra mesa. Yo digo: «amor ese es Vagner, él estaba en esa mesa al lado solo y vino a hacernos compañía, cree que él es del mismo estado que el nuestro?”
Vanusa sonríe un poco sosa, con sus bragas No mano. Se sienta a mi lado y pone sus bragas en uno de los bolsillos de mis pantalones. Paso la mano por entre sus piernas y siento los pelitos de su coño. Ella suspira. Vagner La Felicita y ella le agradece. Pedimos más vino. La conversación va rodando y yo siempre besando y acariciando a Vanusa y ella se pone meladinha. Ella me susurra al oído que quiere irse a follar. En ese momento yo pisco el ojo para Vagner (dando la señal que la broma está cerca de comenzar).
Le Digo a Vagner que tenemos que irnos y él pregunta si estamos en coche. (Por supuesto que no lo estamos). Luego dice que es un controlador de aplicaciones y puede llevarnos a cualquier parte. Y que puede dar un buen descuento. Aceptamos su propuesta y nos subimos a su auto, Vanusa y yo en el asiento trasero. Vanusa se sienta en el medio del asiento trasero (en la parte que el conductor puede ver desde el retrovisor) y Vagner, que no está en la de la bestia, coloca el retrovisor directamente sobre sus piernas.
Me convertí en un cornudo feliz
Él propone una vuelta por la ciudad, como cortesía. El auto comienza a caminar y yo besando a Vanusa y alisando sus piernas. Intento poner mis manos en su coño, pero ella se resiste (tal vez porque tenemos compañía). No fuerzo la barra y sigo besándola. Incluso sin hacer mucho esfuerzo ella abre las piernas me deja tocar su coño, en ese momento empapado de tesón.
Vagner posiciona mejor el retrovisor y vigila el coño de mi esposa. Vanusa se entrega y ya no llama a la da. De repente deja de besarme, me mira y dice: «no vayas a hacer nada de lo que puedas arrepentirte». Yo respondo – «este fin de semana todo está permitido».
Vagner, ya exitado, dice que nos llevará a un lugar donde podemos divertirnos. Él sigue conduciendo y yo voy chupando las tetas de Vanusa y con una mano alisando su coño. Ya está casi desnuda. Vagner nos lleva a un motel. Al llegar a la habitación bajamos de la habitación y Vagner nos sigue.
Vanusa ya desnuda ya no llama a su presencia. Vagner se quita la ropa y se sienta en una silla y comienza a masturbarse. Acuesto a Vanusa en la cama, abro sus piernas y empiezo a chuparle el coño. Ella gime. Cambio de posición y pongo mi rueda en su boca. El coño de Vanusa queda abierto y expuesto. Se levanta de donde estaba y comienza a lamer su xaninha. Vanusa gime. Míralo y dice: «no para, por favor, no para».
Vanusa se retuerce de placer. Él alisa su coño con la mano y dice que va a penetrarlo. Vanusa grita pidiendo rollos. Me levanté de la cama y Vagner la posiciona con las piernas abiertas y comienza a cepillar el aporte de su coño. Vanusa me mira y dice: «esto es lo que quieres amor?»Con la cabeza asentí que sí. Ella le pide a Vagner que» ponga » rollos en su coño. Comienza a golpear duro sin parar y Vanusa grita de erección. Siempre repitiendo come el coño DEL CORNUDO, come. Él sigue golpeándola y procede a chuparle las tetas. Ella gime.
Él la pone a cuatro patas y dice que se la va a meter en el culo. Vanusa abre su botín para facilitar que la rodilla de Vagner entre en su pequeño agujero, hasta entonces, Virgen. Ella grita, una mezcla de dolor y placer. Veo todo lleno de tesón. Vagner dice que será su macho este fin de semana. Él saca su polla del culo de Vanusa y se la mete en el coño. Vanusa dice que se correrá y él dice que también se correrá. Mírame y dice que va a gozar dentro del coño de Vanusa para que ella sienta su semen dentro de ella. Antes de que yo pudiera responder, Vanusa, grita: «disfruta dentro de ese coño que ahora es Tuyo Mi macho».
Vagner anuncia que va a gozar y comienza a meter con más fuerza y da un gripo anunciando su goce. Sale de mi esposa. La miro toda ensangrentada y sucia de otro macho. Me acerco a ella y le digo que la amo. Ella me besa. Paso la mano en su coño, todo lleno de mierda Vagner. Sin pensarlo mucho pongo mi polla en su coño y empiezo a follarla con fuerza. Ella vuelve a gemir y dice que está adorando. En poco tiempo, también me corro, en su coño.