Relatos femdom – Estoy casado y la compañera de trabajo también, pero tenemos una aventura hace más de un año, por los mismos motivos, tanto mi mujer no le gusta mucho el Sexo como su marido que es evangélico y tampoco le gusta mucho, por nuestras necesidades nos llevamos muy bien.
Siempre que podemos por lo general una vez a la semana tenemos una oportunidad y vamos en un hotel cerca o ya hemos hecho la locura de ir en mi casa y en su ap también, fue muy emocionante y delicioso usamos la ropa de nuestros socios para conseguir la erección más grande.
Ella está loca por el anal y yo tarado, desde el principio fue así que a los dos Siempre nos gustó y fue lo que nos unió la necesidad de un culo sabroso. Y hablamos muchas veces hasta de una tercera persona pero no evolucionó, ella es muy traviesa, le gusta mamar mi palo después de gozar en el culo y en el coño, chupa todo, hicimos mucho un 69 delicioso de culo, ella queda lamiendo mi culo y yo el de ella, por minutos delicia, ella sabe usar la lengua y adora la mía, fuerzo tanto que me quedo con dolor en la barbilla pero delicioso.
Hasta que un día ella apareció con un vibrador normal, medio fino, más pequeño que Mi pica, ella habla que es nuestro pequeño y ayuda mucho hasta para DP que hago en el culo y en el coño de ella, delicia vino a condimentar, habla que un día va a llevar a casa y meter en el culo del marido para ver si él despierta para la mujer que tiene.
Comiendo un culo y dando el culo
Una de nuestras tardes de sexo y cachonda, después de haber corrido mucho en ese culo me relajé y me quedé acostado, ella siempre venía a hacer cariño, Lamidas, la mujer insaciable, pero nunca me preocupé ella siempre cariñosa me daba un baño de lengua, lamía todo muy sabroso que tenía vez de casi dormir con los caritos (no sé cómo un hombre deja a una mujer de estas en la sequedad) y siempre ella inventaba algo diferente en el cariño, esta vez no fue diferente, fue colocando una almohada abajo para levantar más mi culo, me abrió y tascó una lenguada que gemí caliente, lamía mi polla por debajo, mordisqueaba mi saco y subía con la lengua hasta mi culo.
Deliciosamente que tesón, que mi palo pronto quedó duro de nuevo, y hablaba queda tranquilo que hoy usted me va a amar, y continuaba las Lamidas, cachonda pura y deliciosa, masturbaba mi palo, me lamía, acostaba encima de mí, venía hasta mi boca me besaba, lamía mi oreja, nuca, bajaba, en eso ya hacía unos 10 minutos de cachonda, paró en mi culo por un buen tiempo que sentía escurrir la saliva en mi saco, me untó mucho, y me pajeando siempre la delicia que duró poco o duró mucho no lo sé.
La hija de puta estaba con otras intenciones, tomó nuestro pequeño el consuelo y en un golpe sólo metió en mi culo, qué dolor! Traté de salir pero ella estaba sentada en mis piernas de una posición que no podía cerrarme y ni girarme, nuestra nunca había sentido un dolor de aquel, ella se acostó encima de mí y en eso empujó más aún en mi culo, vino a besarme hablando cachonda estas cosas para calmarme, me quedé muy cabreado, la juré de todo, eso no se hace mierda, piensa que es tu culo o de tu marido, quita esta mierda.