Pasivo travesti – El viernes pasaba en coche en una calle donde algunas trans se quedan cuando vi a una de ellas con un botín hermoso y una carita de niña.
Me detuve al lado, le pregunté el valor y decidí ir con ella a un hotel.
Mi intención era comer ese botín delicioso y eso es lo que hice.
Ella se quedó de cuatro, con aquella culata perfecta, empinada, lisinha y rebolando en mi palo.
Estaba muy cachonda y no quería correrse rápido, así que me quité el condón y le pedí que chupara un poco.
Cómo chupaba delicioso, tragando mi polla y mirándome con una hermosa sonrisa, diciendo que se estaba muriendo de lujuria y quería más.
Puso el condón en mi polla y como estaba sentado en el borde de la cama, ella ya se sentó encima y comenzó a subir y bajar deliciosamente.
Me pidió que me fuera a la cama, se sentó arriba, frente a mí y comenzó a montar y esta posición es una delicia para comer y besar y no dio otra, mientras follaba delicioso ese culo maravilloso, besaba esa boca deliciosa y ella se sentaba cada vez más, gimiendo, sonriendo y besándome.
Qué delicia!
En determinado momento ella dejó de cabalgar y se quedó sólo besándome, pidió que paráramos un poco pues necesitaba ir al baño a tomar un baño pues estaba con mucho calor y me invitó a ir junto.
Debajo de la ducha, esa agua fría cayendo, pero el clima era demasiado caliente y ella estaba muy caliente, muy gata y mi polla estaba muy dura queriendo más.
Volvimos a la habitación, estaba sentado en el borde de la cama, hablando, ella se estaba secando, diciéndome que estaba muy cachonda, cuando de repente, se volvió hacia mí y esa polla, que hasta entonces estaba todo el tiempo blanda, ahora estaba dura y cuando miré, ya estaba poniéndola en mi boca.
Cuando me di cuenta, estaba con aquel palo entrando y saliendo de mi boca, pero ella sacaba, se agachaba, me besaba y de nuevo venía con aquella rueda pasando en mis labios y diciendo que estaba con ganas de transar de nuevo.
Me acosté en la cama y le dije que volviera a subir, pero ella no quería, me tiró, me levanté y comenzamos a besarnos y comencé a acariciar sus pechos con una mano y con la otra acariciaba ese delicioso culo.
Ella estaba muy cachonda, nuestros cuerpos estaban pegados y podía sentir esa polla muy dura apoyándome.
De la nada, ella me puso apoyado contra la pared, besando mi cuello, me hizo girar sobre mi espalda y luego sentí su polla rozando mi culo y ella gimiendo, diciendo que se moría de ganas y quería comerme.
Nunca había hecho esto y dije que estaba sabroso sólo de esa manera y quién sabe en otra ocasión tal vez rodaría, pero ella insistía, con aquella voz dulce y aquella polla dura rozando en mí, no me di cuenta que ella estaba pasando un lubricante encima del preservativo.
De repente sentí su polla forzando la entrada en mí y pedí parar, pero su voluntad era demasiado y confieso que aquella sensación estaba muy deliciosa, así que fui dejándola rozar.
Fue entonces cuando ella forzó más y con ese lubricante, de repente, sentí esa polla entrar en mí y la sensación fue de dolor, pero al mismo tiempo no podía salir de esa situación.
Ella se quedó quieta, pidiéndome que me fuera, que el dolor pasaría y se acostumbraría.
Fui dejando y cuando me di cuenta, ella ya me estaba comiendo, en ese va y viene, muy lentamente, acariciando mi palo con una de las manos y en un movimiento de VA y viene incesante.
El dolor fue pasando realmente y cuando me di cuenta, ella estaba besando mi cuello, sosteniendo con las 2 manos en mis hombros y comiéndome, pero lo que no me había dado cuenta, es que estaba forzando mi cuerpo contra el de ella, haciendo ese va y viene y queriendo esa rueda follándome.
A ella le encantaba y nos pidió que nos acostáramos.
Se acostó y me dijo que lo había disfrutado mucho cuando cabalgó sobre mí y que también lo había amado, pero quería verme hacer lo mismo.
Me sentía muy extraño, nunca había hecho eso, es decir, había sido pasivo, pero ya estaba sucediendo y ella dijo que lo aprovecháramos y me rendí a sus súplicas.
Me senté encima de ella y ella fue encajando esa polla en mí, me pidió que levantara un poco y luego bajara.
Cuando bajé, pude sentir toda esa polla entrando y me asusté.
Ella dio una sonrisa y dijo que ahora yo iba a dar tan sabroso que iba a tener ganas de dar siempre para ella.
Ella lo sostuvo alrededor de mi cintura y comenzó a bombear lentamente, pero a un ritmo constante y para entonces, mi polla estaba explotando tan duro como nunca lo había visto antes.
Con las manos en mi cintura, ella comenzó a hacerme subir y bajar y cuando me di cuenta, ya estaba haciendo el movimiento yo mismo, subiendo y bajando en ese rollo.
Mi erección era tan grande, que incliné el cuerpo para besar esa boca hermosa y luego ella comenzó a bombear más rápido y más fuerte.
De repente ella dio una parada en los movimientos, después de todo estaba muy caliente, pero no sacó aquel palo de Dentro y en aquel momento, me vi hecho una puta, yo mismo haciendo los movimientos, CABALGANDO BIEN lentamente.
Yo mismo no creía en lo que estaba sucediendo, porque en ese momento, no solo estaba follando con una hermosa travesti, sino que estaba siendo pasivo y para mi asombro, estaba disfrutando y disfrutando mucho de lo que estaba sucediendo.
Fue entonces que ella me pidió que quedara a cuatro patas y puso aquel palo extremadamente duro, con aquella cabeza rosada, lisinho, nuevamente dentro de mí, sólo que esta vez, le pedí que no bombeara pues yo quería intentar hacer esto. Y lo hice. Empecé a ir hacia adelante y hacia atrás en un movimiento como siempre hice que las mujeres me hicieran y cuando me di cuenta, estaba bombeando su polla con mi culo, en un Va y viene delicioso.
Ella me pedía que parara, pero no paré, continué pues veía por el espejo de la habitación que ella estaba disfrutando y me vi dando, como si ya estuviera acostumbrado, con ganas y con un tesón increíble.
Ella dijo que quería correrse pero conmigo entrando en ella.
Me acosté en la cama, le pedí que se sentara de nuevo y comenzara a montar.
Empezamos a besarnos y yo estaba muy cachondo, con mi polla estallando de tan duro y sintiendo su polla en mi barriga, cuando ella me pidió que no parara pues iba a gozar.
Cuando ella me dijo eso, comencé a bombear más rápido y más fuerte, abracé más fuerte y comenzamos a besarnos y ella dijo que se correría y no pude soportarlo, también me corrí.
Nos quedamos allí quietos, como novios, con mi polla todavía dura dentro de ella y sintiendo su polla sobre mi vientre.
Nos quedamos allí besándonos por un tiempo y cuando nos dimos cuenta, ya había pasado casi 2 horas.
Nos duchamos, nos vestimos, bajamos al estacionamiento del hotel, nos besamos un poco más en el auto y le dijimos que volvería.
Ella dijo que no suele ir siempre a ese lugar, pero que daría una forma de aparecer la semana siguiente.
Sinceramente, nunca había pasado por una experiencia de este tipo y en realidad hasta ahora hay momentos que me quedo pensando como tuve coraje, pero la realidad, es que después del viernes, sé que nada más será como antes, pues no puedo sacarla de la cabeza y no creo lo que voy a decir ahora, pero estoy con ganas de hacerlo todo de nuevo